Historia 3 de fantasmas, muertos y pocos creyentes, contadas como si fueran mías.

La pasada experiencia no fue nada comparada a la siguiente historia si hubiesen sido una película la anterior tendría efectos especiales y magia y explosiones la presente sin embargo seria de esas películas de bajo presupuesto pero que te dejan doliendo el corazón, de las que es inevitable sentir una punzada en el pecho;  así lo viví yo.

Quito, Valle de los Chillos, casa nueva, empecé a verla parada al pie de mi cama una sombra, una silueta, me provocaba un dolor e alma (Los dolores de alma son mas fuertes que los dolores de corazón), parecía cargar algo entre los brazos, los movía lentamente de un lado a otro como acunando un espacio vacio, me hacia llorar y desaparecía.

Había noches que en el patio, los columpio se balanceaban como en película hollywoodense de terror y ella cruzaba por un segundo ensombrecida y al vez difuminada, considerando la experiencia pasada y ya teniendo en cuenta que me creerían comente la situación con mi madre la cual había escuchado la misma historia de una niña vecina, al reunirnos coincidimos en datos y sensaciones.

Aquella mujer había perdido a su hijo según mis sueños en un intento de aborto o parto murió y el pequeño junto a ella fueron arrojados al rio que pasaba por ese sector su cuerpo lo encontraron pero el de su hijo no. Dijo hijo por que esa sensación es la que yo tenia.

Varias veces mas la sentí parada a los pies e mi cama, me hacia llorar, me dolía el pecho, mis ojos se nublaban con las lagrimas y mi corazón y mi alma con tantos sentimientos; una noche se lo dije: tu hijo a quien buscas y acurrucas en tus brazos no esta aquí debes buscarlo rio abajo ni tu ni el están vivos, continua tu camino.

Yo no converso con gente muerta mis palabras las arrojo al viento y nunca han tenido respuesta (Agradezco eso) no se como funciona ese sistema solo se que ella nunca mas volvió ni al pie de la cama de mi vecina, ni al mío.